El equilibrio entre la ingesta y el gasto calórico diario
En la adolescencia es necesario, más que nunca, comer con un buen equilibrio nutricional. Se está en época de crecimiento y las necesidades energéticas son muy altas, más aún si se practica una actividad física.
Sin embargo, si se come mucho y mal el resultado puede ser el aumento de peso o perjudicar la salud del cuerpo. Las personas engordamos cuando ingerimos más energía que el gasto que tenemos.
Los deportistas necesitan un aporte energético mayor, ya que su gasto de energía es superior al de una persona no deportista.
La ingesta calórica diaria
La demanda calórica de los adolescentes es más alta que la de los adultos. La ingesta diaria calórica de un adolescente debe situarse entre 2500 y 3000 kilocalorías frente a las 1500-2000 que necesita un adulto. No obstante, el tamaño corporal y el ejercicio determinan las necesidades de cada persona.
Con todo, no hay que obsesionarse con los números. Hay muchos adolescentes que comen muchísimo (superan de largo las 3000 kilocalorías) y no engordan, sino que se les ve crecer cada día y son cada vez más altos. Esto significa que la demanda de su cuerpo es muy elevada. También son frecuentes los casos de las personas que engordan con facilidad. Ante esto hay que plantear una solución sana que evite complicaciones de salud y complejos innecesarios.
El gasto calórico diario
El porcentaje más alto de kilocalorías lo gastamos en reposo. El gasto calórico en reposo de una persona activa y deportista es más alto que el gasto de una persona sedentaria.
El siguiente gráfico nos indica cómo se consumen las kilocalorías a lo largo del día:
Como vemos, el mayor número de kilocalorías se quema en reposo, es decir, cubriendo las necesidades vitales. Este gasto, lo denominamos gasto calórico en reposo (DCR).
Para mantener las funciones vitales en funcionamiento, utilizamos el 60-75% de la energía que gastaremos a lo largo del día. La masa muscular gasta más energía que la grasa.Si ganamos masa muscular, nuestro gasto energético diario será más alto.
Y aunque con la actividad física se queman calorías, es más importante el excedente que se crea
debido al aumento de la masa muscular.
En la adolescencia es necesario, más que nunca, comer con un buen equilibrio nutricional. Se está en época de crecimiento y las necesidades energéticas son muy altas, más aún si se practica una actividad física.
Sin embargo, si se come mucho y mal el resultado puede ser el aumento de peso o perjudicar la salud del cuerpo. Las personas engordamos cuando ingerimos más energía que el gasto que tenemos.
Los deportistas necesitan un aporte energético mayor, ya que su gasto de energía es superior al de una persona no deportista.
La ingesta calórica diaria
La demanda calórica de los adolescentes es más alta que la de los adultos. La ingesta diaria calórica de un adolescente debe situarse entre 2500 y 3000 kilocalorías frente a las 1500-2000 que necesita un adulto. No obstante, el tamaño corporal y el ejercicio determinan las necesidades de cada persona.
Con todo, no hay que obsesionarse con los números. Hay muchos adolescentes que comen muchísimo (superan de largo las 3000 kilocalorías) y no engordan, sino que se les ve crecer cada día y son cada vez más altos. Esto significa que la demanda de su cuerpo es muy elevada. También son frecuentes los casos de las personas que engordan con facilidad. Ante esto hay que plantear una solución sana que evite complicaciones de salud y complejos innecesarios.
El gasto calórico diario
El porcentaje más alto de kilocalorías lo gastamos en reposo. El gasto calórico en reposo de una persona activa y deportista es más alto que el gasto de una persona sedentaria.
El siguiente gráfico nos indica cómo se consumen las kilocalorías a lo largo del día:
Como vemos, el mayor número de kilocalorías se quema en reposo, es decir, cubriendo las necesidades vitales. Este gasto, lo denominamos gasto calórico en reposo (DCR).
Para mantener las funciones vitales en funcionamiento, utilizamos el 60-75% de la energía que gastaremos a lo largo del día. La masa muscular gasta más energía que la grasa.Si ganamos masa muscular, nuestro gasto energético diario será más alto.
Y aunque con la actividad física se queman calorías, es más importante el excedente que se crea
debido al aumento de la masa muscular.
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