domingo, 14 de febrero de 2021

La postura corporal 1



¿Qué es la postura corporal?

La postura corporal es la forma de colocar el cuerpo en el espacio: sentados, de pie, tumbados, en movimiento... Se puede definir como la tensión a la que se somete el cuerpo para conseguir la postura ideal con la máxima eficacia y el gasto energético mínimo.




La columna vertebral

La columna vertebral (CV) comprende desde la base del cráneo hasta la base del tronco y consta de 33 o 34 vértebras superpuestas que, según su situación, se dividen en cervicales, dorsales, lumbares y sacras.

Cuando el ser humano evolucionó hacia el bipedismo, la CV se convirtió en una articulación de carga y adoptó unas curvaturas para compensar dicha carga. Cuando esas curvaturas naturales son demasiado pronunciadas se convierten en patologías de la espalda, que se pueden compensar mediante el ejercicio físico adecuado y la reeducación postural.




La primera adaptación fue la curvatura cóncava de la zona lumbar, llamada lordosis lumbar. Esta curvatura se compensó con una cifosis a nivel torácico, llamada cifosis dorsal, y una lordosis a la altura cervical. 

Estas curvaturas facilitan el equilibrio y, sobre todo, la resistencia de la CV. La lordosis cervical, la cifosis dorsal y la lordosis lumbar son las curvaturas naturales de la CV.

Se calcula que una de cada seis personas que acuden al médico lo hacen por problemas en la espalda y que el 80% de los humanos viviremos un episodio de dolor de espalda a lo largo de la vida. El problema es que estas complicaciones afectan a personas cada vez más jóvenes.



Posición de pie

En posición vertical, el cuerpo humano se comporta luchando para vencer la fuerza de la gravedad, que lo incita a encorvarse y dejarse llevar por el propio peso. Esta lucha por mantener la postura está a cargo de dos tipos de músculos:

• Los músculos tónicos o posturales, necesarios para mantener una postura determinada: son músculos de apoyo y estabilizadores, más fuertes y numerosos que los músculos fásicos, y están en contracción ligera pero constante. Tienden a acortarse y es necesario estirarlos. Por ejemplo, los músculos lumbares e isquiotibiales.

• Los músculos fásicos, que se utilizan en las habilidades motoras: son los músculos del movimiento, más débiles y en menor número que los músculos tónicos. Se debilitan por falta de tono muscular y es necesario potenciarlos. Por ejemplo, los músculos abdominales.

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